Mostrans: un espacio necesario para seguir construyendo

Durante cuatro días, en el espacio INCAA, en la sala Hynes O’Connor, el cine sirvió para mirarse y pensar. Mostrans, el ciclo de cine desobediente, invitó a pensar colectivamente en qué dice el cine cuando cuenta historias de la comunidad LGBT+ y cómo se muestran esas realidades. Los 50 años de la revuelta de Stonwell dieron el marco - o la excusa- para una propuesta autogestionada de la que se hicieron cargo la productora audiovisual Manija y las organizaciones Las Tucumanesas y 100% Diversidad y Derechos Humanos. 

Estas cuatro jornadas donde se proyectaron una serie de cortos y largometrajes dejaron un saldo más que positivo, destacan las organizadoras. “Que hemos podido discutir, charlar y construir desde los debates temáticas de la comunidad LGBT. Que pudimos tejer nuevas redes y que se han consolidado las que ya existían entre las organizaciones”, resume Giselle Robledo, como un punteo de lo que la experiencia les dejó.  

Si bien las proyecciones de diferentes producciones regionales y nacionales fueron las protagonistas del ciclo, cada día tuvo un conversatorio con directores, productores, actrices y activistas: espacios de diálogo y debate donde se pudo intercambiar opiniones y experiencias en un escenario con avances pero en el que aún queda mucho por recorrer. “Creemos que es necesario construir espacios para debatir desde las diferentes vivencias y más allá de las diferencias teniendo como base el respeto y la búsqueda del bien común”, asegura Robledo que junto a sus compañeras ya están pensando nuevos desafíos en el camino de la visibilización y la lucha por los derechos de la comunidad LGBT+.

Fotografías de Elena Nicolay, Alejandro Sarmiento e Ignacio López Isasmendi

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