Elecciones en ADIUNT, los desafíos que vienen

Fotografía cortesía de Sebastián Lorenzo Pisarello

Una huelga histórica de casi 90 días continuos es la marca que dejará este 2014 en la memoria de la comunidad de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). El gremio que durante este año fue conducido por el profesor Oscar Pavetti dio una muestra de fortaleza frente a las autoridades universitarias. Según el Secretario General saliente, la medida de fuerza –que la asamblea de docentes del gremio fue extendiendo durante casi tres meses– logró conquistar, a fuerza de discusión y unidad interna, varios de los reclamos que se habían planteado al comenzar 2014: un aumento salarial y la apertura de la discusión sobre carrera docente y 'ciudadanía plena' para los pre universitarios.

Con ánimos de balances y en medio de la reforma del estatuto de la universidad se arribó a las elecciones para renovar la conducción gremial. Las tres listas que disputaron este espacio no presentaron grandes diferencias en cuanto a sus propuestas y reivindicaron el proceso de lucha. El pasado 3 de diciembre más de 1300 docentes universitarios fueron a las urnas para elegir una nueva comisión directiva. El resultado de la contienda electoral fue el triunfo con más de 560 votos del Frente Docentes por el Cambio (FDC) encabezado por el profesor Ariel Osatinsky, ex secretario de finanzas del gremio y representante de la opositora Lista Naranja que se unió a docentes independientes para conformar el FDC. El licenciado en Economía reivindicó la masiva participación de los docentes agremiados: “Más del 60% de los afiliados se acercaron a votar, lo que representa un porcentaje bastante elevado teniendo en cuenta las elecciones de los últimos años. Esto sirve para fortalecer nuestro gremio, y en ese sentido nuestro triunfo tiene que ver con una alternativa que venimos construyendo hace años y que en 2014 ha concluido con la histórica huelga de 90 días donde la docencia vio en nosotros al sector que estaba decidido a llevar adelante los principales reclamos y apostó a una nueva conducción, lo que significa  un gran desafío para quienes formamos parte de este frente”.

Como Secretario General electo Osatisnky delimitó los desafíos que deberá afrontar la nueva conducción gremial: “En lo inmediato se tiene que resolver una deuda que las autoridades de la UNT tienen con los colegas que son los ayudantes estudiantiles que no están cobrando el adicional que la Rectora y el Vicerrector se comprometieron a pagar. Por otra parte debemos prepararnos para el proceso de discusión salarial que el gobierno nacional pretende abrir en julio de 2015; esto es algo que no podemos permitir ya que entendemos que en febrero los docentes tenemos que alcanzar una genuina recomposición salarial rechazando el pago en cuotas y porcentajes que estén por debajo de la inflación”. Asimismo destacó los puntos que formaron parte de la discusión gremial de este año pero que aún no lograron concretarse, a pesar de integrar la agenda de la Asamblea Universitaria, como la definición de la carrera docente y la ciudadanía plena de los colegios preuniversitarios, como así también el establecimiento de medio salario mínimo para el cargo testigo.

Las nuevas autoridades asumirán el próximo miércoles 10 de diciembre y se realizará la selección de secretarías por parte de las tres listas a través del sistema D´Hondt. Además de la Secretaría General y la Secretaría Adjunta (que será ocupada por Raúl Mira), el FDC gestionará dos secretarías, mientras que a las otras dos agrupaciones docentes conducidas por Walter Díaz y Mario Vitar (que obtuvieron 389 votos y 388 votos respectivamente) les corresponderá una secretaría a cada una.

El año próximo comenzará con una nueva conducción en la ADIUNT, los sectores autoproclamados como 'más consecuentes' serán los encargados de poner en agenda los principales reclamos de la docencia universitaria local. En un año electoral, la discusión estará inevitablemente teñida por discursos e intereses político-partidarios desde la base gremial y principalmente por los actores responsables del Estado tanto en el ámbito nacional como universitario. Los genuinos reclamos deben ser escuchados, la situación general de la economía nacional golpea principalmente a los sectores de salarios fijos, los docentes universitarios con ingresos inexplicablemente bajos con respecto a la importancia de su labor sufren esta situación. Los desafíos están planteados, dependerá especialmente de las autoridades encontrar los caminos para evitar situaciones como las de año que termina. Noventa días de paro no solo representan un hito en la lucha por la conquista de reclamos genuinos, sino también la incapacidad para poder resolver conflictos que generaron indecibles problemas particularmente en los estudiantes, que son, en definitiva, el objeto principal de la institución académica. Será, en definitiva, un año para demostrar que noventa días de paro no son necesarios para que los trabajadores de la universidad puedan realizar su tarea con una remuneración digna y en condiciones laborales acordes.