Materias pendientes

Fotografía de Javier Sadir | Colectivo La Palta

El salario docente, a pesar de casi una década de crecimiento económico y de aumentos presupuestarios para la educación superior, sigue siendo una materia pendiente del modelo político y económico que gobierna en la actualidad. En el 2014 la puja salarial que finalizó en julio dejó descontentos a algunos de los gremios que participaron de la misma. Es el caso de la Confederación Nacional de Docentes Universitarios Histórica (CONADU H), organización que nuclea a algunos de los gremios docentes universitarios (entre ellos la Asociación de Docentes e Investigadores Universitarios de la Universidad Nacional de Tucumán –ADIUNT), la cual no firmó el acuerdo que surgió de las paritarias y siguió reclamando una recomposición salarial que beneficiara más a los docentes. Plegados a esta disconformidad, los docentes tucumanos tomaron la determinación de solicitar la reapertura de las paritarias y utilizar el paro de actividades como la herramienta para forzar esta posibilidad.

Ante la negativa de las autoridades nacionales el proceso de lucha se profundizó y tomó matices locales con exigencias especiales para las autoridades de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). Con paros progresivos y asambleas de docentes con una participación histórica se arribó a la decisión de parar el dictado de clases hasta tanto no se encontraran soluciones a los pedidos del gremio docente. Noventa días de paro continuo terminaron con el compromiso por parte de las autoridades de la universidad de asignarles un monto adicional de 1000 pesos a cada docente hasta que se resuelva la situación en paritarias ordinarias. Sin embargo el cuestionamiento al ejecutivo universitario y al Consejo Interuniversitario Nacional (CIN: consejo de rectores de las universidades nacionales quien hace las veces de patronal para los docentes) siguieron presentes en las posteriores asambleas docentes.

El inicio del ciclo lectivo 2015, que debería empezar el 16 de marzo, empieza a correr peligro tras la asamblea de docentes que se realizó el 25 de febrero en la que se decidió no iniciar las clases si no se hace lugar a los pedidos del gremio. El secretario general de ADIUNT, Ariel Osatisnky, informó acerca de la decisión de los docentes agremiados: “Nuestros reclamos son: apertura de paritarias para discutir la cuestión salarial, adicional que se adeuda a los colegas ayudantes estudiantiles, aplicación del convenio colectivo de trabajo (carrera docente) y plena ciudadanía a los docentes pre universitarios. Si estos elementos no son revisados, los docentes hemos decidido no iniciar las clases el día que estaba previsto”.

Los salarios

El conflicto tiene varias aristas que se dividen entre problemas de resolución local y otras de resolución nacional. El primer problema, y quizás el más importante, es la cuestión salarial. En la UNT los salarios docentes se rigen por diferentes elementos: escala (docentes titulares, asociados, adjuntos, jefes de trabajos prácticos (JTP), auxiliares docentes graduados de primera y segunda categoría); dedicación (exclusiva, semidedicación, simple); más los adicionales por título (especialización, maestría y doctorado) y antigüedad. Así un docente que comienza a dar clases con un cargo testigo (auxiliares o JTP) con una semidedicación (20 horas semanales) ronda entre los 4100 y 4800 pesos mensuales (1). La canasta básica de alimentos ronda los 6200 pesos, según entidades no gubernamentales (2).  

Ahora bien, para decidir este salario las partes se reúnen en paritarias. Representando a los docentes concurren los representantes de las 6 confederaciones de docentes universitarias; representando a las universidades concurren delegados del CIN; y por su parte el Ministerio de Educación de la Nación (MEN) informa acerca de la pauta presupuestaria que envía el Poder Ejecutivo Nacional. Esta problemática, como es evidente, se resuelve en Buenos Aires y las unidades académicas no tienen incidencia en él.

Respecto a esta cuestión Osatisnky opina que “es un despropósito y una barbaridad que el Ministro de Educación Sileoni pretenda que en julio de 2015 nos juntemos recién a discutir los salarios, por eso nosotros planteamos la urgente reapertura de las paritarias por que urge en función de lo salarial. Durante 2014 pedimos 8000 pesos para el cargo testigo, a eso le sumamos el 40% por la inflación lo que queda en 11000 pesos.  A esto se suma la vergüenza de un CIN que tiene planeado un primer plenario recién para el 29 de marzo; realmente creemos que no están entendiendo la situación, la gravedad del deterioro salarial, la precariedad de las condiciones de trabajo que estamos soportando y en ese sentido la docencia tomó la determinación de ir al no inicio de las clases. De la misma manera, solicitaremos a CONADU H que convoque a un Congreso Nacional en la primera semana de marzo con el objetivo de organizar la lucha reivindicativa a nivel nacional”.

Por su parte José Hugo Saab, Secretario de Comunicaciones y Relaciones Institucionales de la UNT, expresó su descontento respecto a lo planteado por el gremio docente. “Nosotros lamentamos profundamente, más allá que respetamos cualquier decisión democrática que toman las asambleas docentes, una posible medida de fuerza contra los estudiantes secundarios y universitarios. ¿Por qué decimos esto? Porque escapa a la gestión de la rectora (Alicia Bardón) alguno de los reclamos que ellos están sosteniendo. Independientemente de esto, estos reclamos han sido acompañados por esta gestión, no solamente adhiriéndonos a los mismos sino también solicitando la reapertura de paritarias lo antes posible. Ahora bien, una cuestión es pedir, solicitar y expresarnos y otra cosa es que desde el Ministerio de Educación de la Nación concedan la reapertura ante un pedido de la rectora de la UNT”.

Asimismo ponderó el acta acuerdo que logró destrabar el paro en 2014: “La UNT hizo un gran esfuerzo el año pasado al dar un adicional de 1000 pesos a cada docente universitario, lo que significa 4.100.000 pesos mensuales que se incrementan al déficit operativo que ya tiene la universidad. Tampoco fue reconocido este esfuerzo que hizo esta gestión que se topó con un paro decidido dos días antes de que las autoridades asumieran su tarea”.

Por otra parte Rodolfo Burgos, Subsecretario Legal y Técnico de la UNT, afirmó: “La paritaria en el mes de julio no es una práctica nueva, tiene años y no es responsabilidad de la UNT sino del CIN y de los gremios docentes. Sin embargo la doctora Bardón aseguró que tras el pedido que realizó al actual presidente del CIN se adelantarían las paritarias, no para marzo, como pretende ADIUNT, pero sí al menos para mayo”.

Burgos, quien formó parte de la comisión que discutió con los docentes durante el conflicto de 2014, fue más allá y deslizó la posibilidad de retirar el adicional conseguido si se retoman las medidas de fuerza: “El acta acuerdo del año pasado fue una cuestión que surgió para dar una solución paliativa y destrabar el conflicto, el gremio hoy dice que no se comprometió a no parar hasta las paritarias, pero es lógico que la universidad pone ese dinero con el fin de volver a clases, a la universidad ese acta le significa problemas financieros muy importantes ya que se hizo cargo del adicional sin la ayuda de la nación, es obvio, por consiguiente, que si se vuelve al paro la universidad no puede seguir desangrándose para nada. El problema además es que si se dejan de dar esos 1000 pesos adicionales, al finalizar la paritaria hay docentes que probablemente terminen cobrando menos”

La carrera docente

Un segundo elemento en discusión es la aplicación del convenio colectivo de trabajo de docentes universitarios discutido por los gremios y el CIN que fue aprobado por el MEN pero está en suspenso porque aún no fue publicado y homologado por el Ministerio de Trabajo de la Nación (MTN). El secretario general de ADIUNT cargó contra las autoridades locales por este tema: “Creemos que la Carrera Docente Universitaria puede ser aplicada por la UNT aún sin ser homologada por el MTN, en lugar de eso la universidad hizo reservas contra puntos importantes del convenio. De la misma manera venimos exigiendo que la Asamblea Universitaria que incorpore los reclamos de la docencia en la reforma del estatuto, pero ya van 150 días de discusión y no tenemos noticias de lo que hacen los asambleístas respecto a esto. A nosotros nos parece que están demorando una eternidad en temas que ya están debatidos, elaborados y consensuados, tomen lo que ADIUNT ha presentado como propuesta, aprueben la Carrera Docente, la ciudadanía plena de los preuniversitarios y reconozcan derechos que llevan años postergados”, señaló el dirigente.

Desde la universidad respondieron estas acusaciones. El Subsecretario de Legal y Técnica explicó que desde el gremio se tergiversan los hechos con el fin de justificar su accionar: “El gremio mezcla temas con mala fe; la UNT no hace reservas al CCT por decisión individual de sus funcionarios, el convenio tiene validez para todo el país; ahora, el problema se plantea porque las universidades son autónomas por lo tanto tienen la facultad de dictar sus propias normas como son los estatutos, entonces cuando se puso en conocimiento de nuestra universidad lo que el CIN había elaborado como propuesta de CCT, la UNT se ve obligada a hacer algunas reservas por que ciertos puntos no podían ser aplicados porque entraban en conflicto con el estatuto que nos rige. De todas formas en la reforma del estatuto que se está llevando adelante es de suponer que los asambleístas que participan en la comisión que trata el tema van a tener en cuenta el CCT para adaptar nuestro nuevo estatuto, aunque de todas maneras depende de la decisión de la Asamblea si respetar a rajatabla el CCT o proponer otras formas de relación laboral. Eventualmente el nuevo estatuto puede generar que la UNT comunique nuevas reservas al CCT. Lo que seguramente está en marcha es asegurar mejores condiciones laborales y mayor estabilidad”, expresó Burgos.

Por otra parte José Hugo Saab reconoció que el pedido de la ciudadanía de los preuniversitarios es más “engorroso” y difícil de aplicar como lo solicitó ADIUNT, a pesar de que buscarán incorporar a las escuelas experimentales en el consejo superior. “Hacerlo como propone el gremio significa todo un cambio que repercute en órganos de gobierno, en sistema electoral, es decir, no podemos modificar ciertos artículos sin que esto conlleve la modificación de otros. De todas formas dependerá de los mecanismos que encuentren los asambleístas”.

La política

Un tercer elemento es la desconfianza que desde los dos espacios se dispensan mutuamente, desconfianza que tiene partes de prejuicios y de basamentos reales. Ninguno es inocente, todos juegan el juego de la política, que, ante todo, es un juego de posiciones.

Para el gremio el ejecutivo universitario no hace nada para solucionar el conflicto docente. La tibia intervención de las autoridades locales ante el CIN y el MEN para mejorar la situación económica de los docentes y el lento desarrollo de la reforma estatutaria son los principales elementos. Desde la otra vereda se esgrimen argumentos de supuesto apoyo a los reclamos genuinos pero se sienten atacados por un paro que parece estar dirigido a debilitar la gestión de Alicia Bardón.

“Hablamos con la rectora y le preguntamos qué gestiones ha hecho, y nos dice ‘hablé con la gente del CIN pero recién el 29 de marzo hay reunión del consejo de rectores’. Bueno pero además de eso ¿hizo alguna denuncia?, ¿fue a Buenos Aires a golpearle la puerta a Sileoni?, y nada, la respuesta siempre es la misma”, se queja el titular del gremio docente.

Para los funcionarios, más allá del reconocimiento de las carencias de los docentes, el plan de lucha tiene connotaciones político-partidarias innegables. “El paro del año pasado tiene una base de apoyo objetiva en el proceso inflacionario desatado en el país, entonces, en un sector de alta conciencia de sus derechos como son los docentes universitarios, entienden que la puja distributiva tiene mucho sentido. Sin embargo, atrás de esto hay una cuestión político-partidaria de quienes conducen el gremio que se evidencia en la provincialización del conflicto, que aparece casi como un ejercicio de foquismo, ya que no tiene relación con la puja distributiva donde debe darse que es en Buenos Aires y con quienes debe darse que son los gremios nacionales y el CIN. Usted puede hacer 200 días de paro en Tucumán pero tanto Sileoni como la presidenta van a seguir haciendo su vida, mientras el que pierde es el estudiante. Por eso nosotros decimos al gremio ustedes quieren parar con las organizaciones nacionales y hay paro nacional, bien, nosotros no decimos nada, no tomamos medidas, pero no hagan paro local porque es una problemática nacional y quienes tienen la llave para solucionar el conflicto no están en la UNT”, responde Burgos.

Estas son las posiciones, estas son las discusiones que mantienen expectantes a quienes forman parte de la comunidad universitaria. Entre tanto tire y afloje se encuentran los estudiantes universitarios y de escuelas experimentales que, en muchos casos, esperaban poder recuperar este 2015 lo perdido a causa del conflicto el año anterior. Con este panorama, crece la preocupación en el estamento mayoritario de nuestra universidad que, a conocimiento de causa, esperan no terminar pagando los platos rotos, otra vez.  

 

1: “Estructura Salarial de la UNT” José Bercoff, Ana María Cerro, Víctor Iajya, Osvaldo Meloni, Carolina Ortega. Instituto de Investigaciones Económicas. Facultad de Ciencias Económicas. Universidad Nacional de Tucumán. Agosto de 2014

2: IBP