“Estamos estancados”

Fotografía de ADIUNT

Comienza una nueva semana y, con ella, reaparece la incertidumbre de cómo continuará el ciclo lectivo en la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). Al igual que años anteriores, los docentes mantienen un reclamo para mejorar sus condiciones laborales y la educación pública en general. El 20 de de julio comenzaron con un paro que se extendió hasta hace dos semanas y que, probablemente, se retome en los próximos días. Así lo explicó Ariel Osatinsky, secretario general de la Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Tucumán – ADIUNT.

La lucha de los docentes comenzó, esta vez, cuando sufrieron la quita del adicional conseguido en las negociaciones del año pasado, ya que las autoridades de la universidad no contarían con los fondos para continuar con el pago. Luego de varias semanas de negociación y sin novedades positivas, Ariel Osatinsky resumió la situación con una frase más que contundente: “Estamos estancados”. El diálogo con las autoridades no evoluciona ya que las ofertas no superan a las anteriores. Desde la universidad se plantea que el adicional salarial llegue solo a 2000 docentes, mientras que el gremio exige que se contemple a todos los docentes universitarios, incluidos los de las escuelas medias de la UNT.

La situación es compleja y hace dos semanas, en asamblea los docentes decidieron suspender el paro que venían manteniendo con el propósito de incentivar las negociaciones. Esta estrategia no dio resultado y hoy definirán cómo continúan con esta medida. Osatinsky dejó abierta la posibilidad de que se vuelvan a suspender las actividades académicas. “Necesitamos respuestas concretas y efectivas”, agregó.

La lucha del 2015 contó con el apoyo de los estudiantes, pero de una forma más silenciosa. Según explicó el secretario general de ADIUNT, se debió a que el paro no afectó las mesas de exámenes y, en algún sentido, el alumno entendió la situación. “Ellos son nuestros principales aliados porque también comparten las mismas carencias dentro de la facultad o escuela. En Filosofía y Letras, por ejemplo, tenemos un comedor que está cerrado con un candado y, entonces, eso muestra que no hay fondos. Y nuestros reclamos, además, es para que esos fondos aparezcan”, agregó.

Conquistando nuevos derechos

El panorama de negociaciones no es alentador dentro de la UNT, pero una buena noticia surgió en las últimas semanas. La universidad tucumana comenzó a poner en marcha la aplicación del Convenio Colectivo de Trabajo, producto de la lucha docente. Desde ADIUNT se celebró que los docentes interinos con más de cinco años antigüedad no deban rendir concursos para mantener sus cargos. Si bien se generó mucha confusión respecto a esto, desde el gremio se dejó claro que no se suspenden todos los concursos, sino solo para los docentes interinos que están contemplados dentro del convenio colectivo. “Un docente de trabajo práctico deberá rendir concurso para ascender a adjunto, por ejemplo. Nosotros defendemos que el docente se mantenga en su cargo y tenga estabilidad laboral. Porque no podemos permitir que después de cinco, diez o quince años, un docente vinculado a su vida académica y laboral en la universidad quede en manos de un concurso público. Por eso lo que se plantea es mantener el cargo con evaluación académica”, explicó Osatinsky.

Los próximos días serán claves para ver cómo continúa la lucha docente. Mientras tanto, los tucumanos seguirán con la incertidumbre y esperando que las negociaciones cierren favorablemente.